lunes, 20 de abril de 2009

Poemas de los invitados al IV Festival Intl de Poesía

AITANA ALBERTI

CÓLERA

Para qué manos para qué brazos para qué piernas
O cabeza para qué vísceras para qué sístoles
Y diástoles para qué el barroco delirio del cerebro?
Todos mis pasos juntos no conducen al huerto de Getsemaní
Apenas alzo la mirada compruebo la fuga del perdón
Quisiera tenderme en mis silencios maleables
Y definitivos como el pecho de mi madre muerta
El dolor alcanza la solidez de un agujero negro
Tiene un gesto ávido una fealdad incomparable
En los campos de Dios mi ternura ha dado pocos frutos
Las aguas se retiran a medida que avanzo
Para qué el grito para qué la súplica
Para qué arder si el aire se ha secado?

Libro “Son del fugado cuerpo” 2001


POEMAS DE RAQUEL GONZÁLEZ

1
Seduce mis oídos
y pervertirás mi cuerpo.


2
Se abre la noche
cuando entras
a despertar mis piernas.


3
Te has perdido
y no sé dónde buscarte;
es como si por tenerte una sola vez
te hubiera tragado mi cuerpo.


4
Sé de la caricia
que anhelas y callas.

Ya basta,
desabróchate la piel.


DIANA BELLESI

“una zona de intemperie humana, en el silencio de tu propio corazón, me parece que es el lugar de la poesía” tomado de la entrevista realizada por Patricia Kolesnicov publicada en Clarín el 16 de marzo de 2009


Una mujer trabaja
Hila. Borda paisajes
que el sueño delata
Cruzada la línea
del Rey que prohíbe
se unen deseo
y mirada
Una mujer roza
en otra su luna
de seda las hojas
la selva que alza
Velamen en rojo
Nocturno la nave

zarpe

Dueña de inmensa bahía
se deja bogar
por una mujer
desnuda en cubierta
ella, la luna,
a la luna abraza

Poema de "Eroica" (1988)


MIRIAM FUENTES

"...filosofía barata y zapatos de goma
quise quedarme pero me fui"... Charly García.

Me fui lenta
por mantenerme a mi misma
tironeando
reptando
tambaleando
la desventaja la llevaba encima
era la inmovilidad
la imposibilidad
de no poder sacudirme
la historia.

(Fragmento)



JUAN LÓPEZ


el estado de comodidad
produce desviaciones al alma
la prolongada falta de vértigo
desmantela la agudeza
bloquea el sentido del amor
y el olvido se filtra
y permanece
los deseos de poder aumentan
y la mezquindad invade
peligrosamente
todo



RICARD BELLVESER

Carta de Venganza

No hay que sentirse incómodo por lo que sucede
Hay otras cosas, ya lo creo, aparte del tedioso trabajo
Al que acudimos a diario, en el que no pintamos nada,
Y eso mismo nos corroe la existencia como el robín.

Nos podemos jactar de que nosotros esperamos y ya llegará,
Lo presiento tan cercano que su aliento me humedece la mejilla.
Y diré algo más, aunque no sé si os será de provecho:
Me encuentro mejor cuando estoy solo y reducido.

Me gustaría ganar un premio literario: sólo por vengarte.

Libro Paradoja del éxito (2003)


LUCIANA MELLADO

Tus ojos I

Nada es inocente en este mundo
salvo tus ojos.
Tu cuerpo quemado / incendiado por los años
dibuja dos grandes soles
anillos sabios que te acercan a lo divino.
No exagero, es cierto, todo sobra en mi casa
todo es olvidable
menos los puentes acuosos de tus ojos.
Como aquello que ignoro conociendo
o mejor aun lo insondable de vos.
Te oigo desde lejos.

(Del libro Las niñas del espejo, 2006)


OSIAS STUTMAN


El Escritor en el siglo XX

¿Qué soy cuando escribo (poesía)?
¿Un espejo? ¿Un soñador? ¿Gogol
en Petesburgo? ¿La amistad
desgarrada en la noche? ¿El amigo
que me doblaba la edad? Eso pregunto,
yo que tendría que saberlo ahora,

a esta edad. Tan viejo como Dante
si hubiera vivido sus dos mitades del camino.
Ser Dante o Virgilio es difícil
decisión y nadie nos permite ya
ser los dos. Y no nos creen
ni nos escuchan. “Fui Dante

y Virgilio” digo y nada pasa. Es
como el único ladrido que oí en
el desierto, de noche, hace años
en un lugar que ya no se puede visitar,
sembrado de minas explosivas.
Sonido sorprendente, inusitado. Sonido

que quita el sueño y produce ese hormigueo
que hace escribir urgente. Pero todo esto
es irrepetible Y por lo tanto no hay nada
que comprender. Es olor de cebolla
bajo las uñas y dura días.
Es enredo conceptual molesto,

interminable y que sólo desfallece
sin mejorar ni empeorar.
Es la sofisticación literaria de pensar
como hablar, funciones tan distintas,
que es imposible saber cómo podemos
leer lo escrito y pensar en escribirlo.

Lo de “Dante y Virgilio” proviene del “Yo no soy Dante ni Virgilio eres” de Carlos Edmundo de Ory (Noches Dantescas, El Toro de Barro 155, Cuenca, 2000, pág.21).


LAURA YASÁN

Palabras no

no hay nada verdadero en las palabras

todo lo que conozco
es este parador en medio de la ruta
un bloque de concreto bajo el cielo infinito

todo lo que deseo
es arrancarme de los pies
este vendaje sucio estos zapatos húmedos

lo poco que comprendo
viaja de la belleza a la locura de la locura a la belleza
y no termina nunca de llegar

tengo ese hábito
un tránsito frenético a la luz
el fulgor que no existe y me sigue alumbrando como una estrella muerta

todo lo que persigo termina devorándome
es el atardecer y no quiero saberlo
no quiero moderar el estallido
no quiero que se extinga
no llegaré a la noche esperando palabras
ya fui sequía

si es necesario un bosque para que el fuego arda un día más
ahora seré rayo

(Poema del libro Tracción a sangre)


JORGE ARIEL MADRAZO

Si por raro artilugio
o azar
me travistiera
yo -un día
o solar
noche-
en esos
muslos
tuyos
rectas columnas
pasionales
entremojadas
al chorrear
........... púdicos
púbicos
diluvios
carbón del tu
sol

si mi ficticio "yo"
temblara
..............o temblase
en el clitogemir de
esos tus muslos
ateridos

si mi ojo hombre así
sobara
mis azorados muslos
...........................mujer si
copulara (obstinado
remoto)
con mi con mi
ella-yo
conmigo
la mi-misma

Interminablemente.


Poema del libro "Para amar a una deidad" 1998 (y ahora levemente reescrito).


ALDO NOVELLI

Quién dice?

Quién dice que el infinito es impensable?
salgo apurado a pagar los impuestos
tengo poco tiempo
debo volver urgente a mi monitor perverso,
y repentinamente pasan un par de piernas que...
entonces me detengo y me quedo mirando el infinito
simple y llanamente el infinito.
Un viejo asqueroso pasa a mi lado y escupe
en el borde del vacío
a centímetros de mi zapato derecho.
Viejo de mierda, no le voy a perdonar
que ande enroñando mis dulces abismos.

Del libro "Durante la rutina del día"


PAULA PEYSERÉ

Discípula de sí

No va a darse por camino diferente al epistolar
el amor de la generación capicúa,
y no va a darse por camino diferente al corporal
el ritmo creciente y desproporcionado del escriba
¿cuán ajena resulta la fuerza literaria
al crecimiento del rubro construcción en Capital?

Creemos que se mueve el ajetreo
de lunes a lunes aunque no llega el paquete
al buzón de la esquina de Manuel Rodríguez.
El cansancio imprime un registro
fotográfico en tu cabeza:
talleres mecánicos, paredes pintadas,
tapas de luz arrancadas para reventa,
basura mal puesta alrededor de la manzana.

-Desde la avenida se veía muy distinto
que desde el puente Juan B. Justo -De un lado
hay planificación de sobras y chapa, del otro
el tránsito es una mancha salvaje

Leemos SABE REÍRSE en la fachada del almacén
y cómo termina la obra:
médanos de arena,
baldes y motores de mezcla trabajan.


LUISA FUTORANSKY

Llanos del Sur

entre la cima y el valle
el menor esfuerzo, nada agotador
nada que turbe la indiferencia de las tierras llanas
ciudad cuyo medio propicio es la humedad
pulpo extendido, ambiguo y perezoso
tu abrazo es el ahogo febril que impones a los otros
ansiosa ciudad gris
a la que es necesario ganar palmo a palmo la alegría
ciudad de artilugios y espejismos
con su poder agazapado en las tinieblas
contigo los pactos de honor
están destinados al fracaso
ciudad perdida en estéril oratoria
y en la retórica infernal de los posesos
predispuesta de antemano a la condena
cuando las algas se adueñen de tu estridencia
y el limo se solace en tus bodegas
cuanto te sumerjas en la noche sin espejos
¿quién tendrá piedad por tu arrogancia?
cuando los peces retiren sus ovas
de los recovecos de tus construcciones
otra vez un ingenuo, un loco, un guerrero
un fanático, un ambicioso, o todos ellos juntos
o alguien con todos y más de estos defectos y virtudes
erigirá un fortín en el desierto
y te llamará de alguna nueva o vieja manera
buenos aires

(Fragmento)


BENJAMIN PRADO

Una noche te dije...

-Una noche te dije: -Quien no tiene secretos
nunca tendrá piedad.
Llovía, pero abriste una ventana.
La tormenta era azul dentro del bosque.
La mancha roja de las rosas
se extendía
por el corazón de los jardines.
y el mundo era un mundo de otra época:
como la vez que estábamos en una casa abandonada
viendo un incendio antiguo.

De "Asuntos personales" 1991


NORA HALL

En casa ajena
¿podría protestar?
¿o sentirme agraviada?
¿exigir un abrigo?
¿litigar?

No puedo hacerme cargo de los actos domésticos
o cuidar de la huerta
ni voy a tener tiempo de apreciar sus maderas
a la hora en que el sol golpea las ventanas

¿Voy a ocupar
a medias
una casa?
¿Un cuerpo
que resbale
en el sueño
y no me toque?
¿Un mundo apenas
habitable
que no turbe
el secreto?

Voy a necesitar cierta delicadeza
para el balance
de aquellos votos
que limpiarían de cangrejos
el mar que me rodea
un gesto tenue que dilate la saliva
o acaso uno notable
como poner mi firma
en los libros sagrados


LILIANA MUNDANI

Trabajos de mujer

De día ellas cantan / lloran / insultan / hasta rezan / A la noche / (extenuadas, solísimas) / cierran los ojos y piensan en el mar / (mar con
barquitos) / y en un amanecer / (de preferencia en Oslo) /¿Cómo serán Finlandia o Copenhague? / se preguntan / Imaginan ese puerto lleno de marineros / fuertes como vikingos / Piensan en hombres altos que las desean / y justo entonces / (si el sueño no se escapa) / un temblor las colma de improviso / y por suerte / (por suerte) / el orgasmo las deja dormir /

Al poeta E. Bailey, in memorian


SILVIA MONTENEGRO


La plenitud está de cara a la pared


Contra el muro el desierto se ve distante


Nos enlazamos
y ni un pájaro mira
y ni un sueño aullando


JORGE CÓRDOBA

II

El músculo del ojo absoluto
De las terminales eléctricas
Determina
Que el tiempo nunca nos pertenecerá
Todo se desvanece
Como un fotograma encanecido
Que desconoce
La episteme de la duda

Cierta densidad de deseo
Soporta el formato líquido
Del poema
Sólo el dolor
Nos atará de nuevo
A la continuidad del instante
Porque el dolor individual
Es un ejercicio de la vergüenza
Todo se parece
Al acto paciente de la muerte
Esa constante
Sobreescritura del mundo



WALTER CASSARA

La piedad oscura

Toda la noche, tus ojos abiertos
son dos antorchas severas que guardan mi morir.
Antorchas, segures. Tu dolor no perdona
y se hace uno con mi cuerpo. Puedo sentirlo,
palparlo en mis entrañas. Vengo de tu dolor
y hacia él me vuelvo, cada vez más liviano,
cada vez más niño.

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